La expresión tierras raras, que designa una serie de elementos químicos concretos, se escribe con minúsculas y sin necesidad de comillas ni cursiva.
Pese a ello, en los medios de comunicación a menudo se vacila con su escritura, como puede verse en los ejemplos siguientes: «Las Tierras Raras de Ucrania: qué son y por qué le interesan tanto a Donald Trump», «El plan de Trump con las ‘tierras raras’ de Ucrania, un tesoro escondido bajo el frente de batalla» o «Groenlandia tiene el 25 % de las reservas mundiales de “tierras raras”».
Como recoge el Diccionario de la lengua española, tierras raras es el nombre que reciben en química los lantánidos, esto es, los elementos que tienen un número atómico comprendido entre el 57 (lantano) y el 71 (lutecio), ambos inclusive. No es raro que se incluyan el escandio y el itrio, y también que se llame así a los correspondientes óxidos. Se trata de una denominación común, por lo que no requiere ni mayúscula ni comillas o cursiva.
Cabe recordar que en los nombres de los elementos químicos lo apropiado también es usar minúsculas: lantano, no Lantano. En cuanto a sus símbolos, se escriben sin punto y solo con la primera letra en mayúscula: La (y no LA).
Por tanto, en los enunciados anteriores, lo más indicado habría sido escribir «Las tierras raras de Ucrania: qué son y por qué le interesan tanto a Donald Trump», «El plan de Trump con las tierras raras de Ucrania, un tesoro escondido bajo el frente de batalla» y «Groenlandia tiene el 25 % de las reservas mundiales de tierras raras».