La adaptación parol puede emplearse en lugar del extranjerismo parole para referirse a un permiso de permanencia temporal para extranjeros utilizado en Estados Unidos por razones humanitarias urgentes o de beneficio público.
En los medios de comunicación abundan las noticias en las que aparece el extranjerismo crudo: «Revocación del parole humanitario: estos son los inmigrantes que tendrían que abandonar Estados Unidos antes del 24 de abril», «Cuáles son las opciones para los migrantes que tienen el parole humanitario» o «4 claves para entender el fin del parole humanitario para venezolanos, cubanos, haitianos y nicaragüenses».
La expresión parole humanitario alude a un permiso especial para que personas que de otra manera no podrían entrar legalmente en Estados Unidos puedan viajar hasta allí y permanecer dentro de sus fronteras durante un periodo concreto. La grafía parol, sin la e final, refleja su pronunciación habitual en español, por lo que resulta una posible adaptación de este extranjerismo. Su plural es paroles. En caso de utilizarla, no requiere comillas ni cursiva.
Cabe recordar que es un sustantivo masculino, por lo que lo adecuado es establecer la concordancia en ese género (sería el parol humanitario, no la parol humanitaria).
Así, en los ejemplos anteriores se podría haber escrito «Revocación del parol humanitario: estos son los inmigrantes que tendrían que abandonar Estados Unidos antes del 24 de abril», «Cuáles son las opciones para los migrantes que tienen el parol humanitario» y «4 claves para entender el fin del parol humanitario para venezolanos, cubanos, haitianos y nicaragüenses».
Por último, si por algún motivo se opta por la voz extranjera, lo indicado es utilizar cursiva o comillas. Así se recoge este término en el Diccionario de americanismos con el sentido de ‘libertad bajo palabra’ .
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