Las expresiones apropiadas son lamento por o lamento de, pero no lamento contra.
En ocasiones se leen o se escuchan expresiones como: «Lamento contra la burbuja inmobiliaria», «El episodio de Tegualda representa la voz del lamento contra la guerra y sus consecuencias devastadoras», «Su lamento contra el terror contaba con las simpatías de los internautas», «Un poemario como grito y lamento contra las adicciones».
Como indica el Diccionario de uso de las preposiciones españolas de Emile Slager, el complemento que provoca el lamento, o el propio lamento, va regido por las preposiciones de o por, pero no por contra.
Ocurre lo mismo con el verbo lamentarse (‘manifestar pena, contrariedad o arrepentimiento’) que, como intransitivo pronominal, según indica también el Diccionario del estudiante de la Real Academia Española, va igualmente seguido de las preposiciones de y por.
Se recuerda que la forma transitiva lamentar no va seguida de la preposición de, por lo que en «La patronal de los promotores lamenta de que se han enterado de las novedades por la prensa», lo apropiado habría sido escribir «La patronal de los promotores lamenta que…» o, si el verbo se usa en forma pronominal, «La patronal de los promotores se lamenta de que…»