El término agave se escribe sin tilde, ya que es una palabra llana, no ágave.
En distintos medios de comunicación es posible ver esta palabra acentuada como esdrújula: «Un grupo de científicos australianos acaba de descubrir que el ágave puede ayudar a producir biocombustibles que generen etanol», «El mezcal es un destilado derivado de la planta del ágave» o «La miel, la panela, la estevia o el sirope de ágave son solo algunos ejemplos de lo que se puede utilizar».
La voz agave, que alude a una planta originaria de México con distintas propiedades y cuyos azúcares se emplean en diferentes alimentos, es, según explica el Diccionario panhispánico de dudas, una palabra llana, por lo que, de acuerdo con las normas ortográficas, no lleva tilde porque acaba en vocal: agave. Por lo tanto, no se recomienda su acentuación como esdrújula: ágave.
La citada obra académica recuerda que, aunque es más frecuente su uso en masculino (el agave), puede también emplearse en femenino (la agave).
Así, lo adecuado habría sido escribir «Un grupo de científicos australianos acaba de descubrir que el agave puede ayudar a producir biocombustibles que generen etanol», «El mezcal es un destilado derivado de la planta del agave» y «La miel, la panela, la estevia o el sirope de agave son solo algunos ejemplos de lo que se puede utilizar».
Cabe destacar que esta planta posee distintos nombres: pita, cabuya, maguey