La transliteración consiste es representar con un sistema de escritura las palabras escritas en otro sistema, como por ejemplo el árabe en el alfabeto latino.
En el caso que nos da se trata de una transcripción, es decir, de la adaptación del nombre teniendo en cuenta la pronunciación de la lengua original y la de destino. Los nombres de persona en la escritura latina nunca se transcriben; solo los nombres de reyes y papas (Juan Pablo II), los clásicos (Julio César, Euclides) y algunos otros (Tomás Moro) tienen alguna adaptación, pero en general los nombres modernos no sufren ningún cambio si están escritos en el alfabeto latino.
Acaban de descubrir unos restos romanos bajo el Mediterráneo y se menciona una columna...
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