Es una formación válida a partir de promover y se puede considerar admisible (especialmente en el ámbito jurídico), aunque en la lengua general se usa promotor.

La formación promoviente también es válida, pues, tal como explica la Gramática académica (secs. 7.11d-f), en los verbos terminados en -er el sufijo puede ser tanto -ente como -iente, sin que haya un criterio definido. En este caso, el uso parece decantarse con claridad por promovente (sin i) y por tanto esta es la preferida.