Cuando se pospone el pronombre a la forma del imperativo de segunda persona del plural, la -d de la forma verbal desaparece: los imperativos correspondientes con el enclítico os serían comeos, bebeos y callaos (sin tilde).
Las formas con -r- para el imperativo —comeros, beberos o callaros— son habituales en un registro coloquial, pero la RAE advierte de que deben evitarse en un registro formal, ya que no es un uso apropiado.
Acaban de descubrir unos restos romanos bajo el Mediterráneo y se menciona una columna...
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