Existen adjetivos que se emplean como adverbios, inmovilizados en su forma masculina y con función de complementos circunstanciales del verbo: jugar sucio, acostarse temprano, andar rápido… A esta categoría podría pertenecer oler delicioso. Sin embargo, en las distintas zonas en las que se habla el español se admite de forma diferente la posibilidad de adverbializar unos u otros adjetivos: huele delicioso, por ejemplo, que apenas planteraría dudas en algunos países del Cono Sur, podría encontrar resistencias en España.
Acaban de descubrir unos restos romanos bajo el Mediterráneo y se menciona una columna...
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