Se trata de un sistema, habitual en lingüística, para indicar la pronunciación de las palabras según los sonidos básicos de las letras (o, dicho más precisamente, sus fonemas). La acentuación se marca explícitamente para que no haya dudas. Así, /eksakzión/ es la pronunciación de la palabra exacción en zonas no seseantes (también se escribe el acento prosódico con un pequeño trazo, como /eksak’zion/).
También se usan corchetes para las pronunciaciones, pero en tal caso no se suelen limitar a los sonidos básicos sino que también se reflejan matices y detalles de los que normalmente los hablantes no son conscientes (es decir, son transcripciones fonéticas).
Son convenciones usadas desde hace muchos años (se utilizan, por ejemplo, en el Esbozo, obra de las Academias de la Lengua de 1973) y están incluso recogidas en la Ortografía del 2010.
Acaban de descubrir unos restos romanos bajo el Mediterráneo y se menciona una columna...
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