El término start-up se puede sustituir en español por la expresión empresa emergente.
Sin embargo, es muy frecuente encontrar en los medios ejemplos como los siguientes: «Fin de la luna de miel de las ‘start-ups’ en Latinoamérica», «Así invierte el grupo en start up tecnológicas» o «Lecciones de una start-up que echa el cierre».
En el mundo de los negocios, y muy especialmente en el ámbito de la innovación y las nuevas tecnologías, se denomina con el anglicismo start-up a aquella sociedad que, pese a su juventud y falta de recursos, consigue obtener resultados en el mercado y pasar a un siguiente nivel estructural al ser impulsada por otros inversores o absorbida por empresas ya consolidadas.
Con este sentido, en español puede utilizarse la construcción empresa emergente, muy asentada en español e incluida en la base de datos terminológica multilingüe de la UE (IATE, por sus siglas en inglés).
Si, por alguna razón, se quiere mantener el préstamo, se recuerda que lo adecuado es escribirlo en minúsculas y todo junto o con guion (start-up o startup). Además, se escribe en cursiva o entre comillas cuando no se dispone de este tipo de letra. En cuanto al género, se suele construir como femenino, pues se entiende que el referente en español es empresa.
De este modo, en los ejemplos anteriores habría sido más apropiado escribir «Fin de la luna de miel de las empresas emergentes en Latinoamérica», «Así invierte el grupo en empresas emergentes tecnológicas» y «Lecciones de una empresa emergente que echa el cierre».